DEBIDO AL PELIGRO - BECAUSE OF THE DANGER

DECEMBER 14, 2017 | MoveIn Blog | By Manuel

“My country is beautiful, full of mountains, rivers and lakes.” says Manuel, a MoveIner living in Amatitlan, Guatemala. It is rich in resources and culture, with many indigenous people groups. His city is located next to the stunning lake Atitlan which has become a popular tourist attraction. Sadly this city, surrounded by lush coffee plantations and rolling hills, has grown to be known as one of the most violent areas of the country.

Even so, this is right where Manuel believes he should be.

Before he ever heard about MoveIn, Manuel was living in one of the most dangerous neighbourhoods in Amatitlán. After a series of gang shootings only three days apart in which an elderly woman was killed and a small business right next to his home was attacked, he decided it was time to move out. That same week he was invited to visit a church he used to attend where a MoveIn representative was sharing about intentionally moving to difficult, dangerous, unreached neighbourhoods in our cities. Manuel sensed God prompting him not to leave the neighbourhood where he was living, but to stay and continue to be God’s presence there.

Manuel and his family are still living in this community, not despite the danger, but because of it. They pray every week for their neighbours as a family and they are seeing God answer prayers. They have started a discipleship group for their community members. This group reflects the community and is made up of people who have been involved in gangs, prostitution and trafficking. These are the people Jesus would disciple.

Though Manuel has faced his own financial difficulties, he is trusting God for His provision. This past month he sensed God prompting him to tell the discipleship group that they would have a special party. He prayed that God would provide. A few days later he received word that a church in the US had heard about his discipleship group and had sent money to support his ministry.

“Even though I’m in having a hard time with my finances, my God has been faithful and he has sent people I don’t even know to give an offering for the work we are doing here. My God is wonderful!” he says.

There are dangerous places in this world. In Guatemala, in America, in Canada. But these are the places Christ longs to touch and transform with his love. He didn’t come for the “healthy” in their pristine church buildings. He came for the “sick” and the broken and sometimes he calls us to follow him into those places, not in spite of the danger, but because of it.

Testimonio de Manuel 

Mi nombre es Manuel y vivo en Guatemala, un país muy bello lleno de montañas, ríos y lagos. Yo vivo en una hermosa ciudad llamada Amatitlán muy conocida por su lago cerca de la Ciudad de Guatemala. Este bello país centroamericano es un país muy rico en cultura por la diversidad de pueblos indígenas que existen en nuestra tierra.

Amatitlan se ha convertido en una de las zonas más violentas del país, existen muchos pandilleros, y hay muchos asesinatos cada día, secuestros, drogas y prostitución; aunado a ello existe el culto a un dios llamado “Mashimon” y hay un gran número de personas que practica la brujería.

Mi historia en Múdate (MoveIn) comenzó el día en que el Pastor de la Iglesia a la que solía ir años atrás me llamo y me dijo “Ey, creo que deberías de venir a visitarnos hoy…” cuando llegue a la iglesia, Eunice estaba hablando sobre Múdate y me llamo la atención lo que decía porque siempre había querido ayudar a la gente marginada de mi colonia.

En el momento en que Eunice estaba hablando acerca de mudarse a vivir a un contexto pobre, complicado, peligroso y donde haya gente no alcanzada en la ciudad; en ese momento yo estaba viviendo en una colonia complicada, justo una semana antes unos pandilleros mataron a disparos una vecina ya anciana que vivía junto a nosotros; solo tres días después de ese incidente los pandilleros volvieron a disparar a un pequeño negocio al otro lado de mi casa, es por ello que en esos días yo andaba pensando en salirme de ahí e ir a vivir a otro lado por los temas de seguridad, sin embargo cuando escuche a Eunice, sentí que Dios me decía “tu ya te has mudado, no te vayas de esta zona, quédate ahí…” por ello decidí quedarme a vivir ahí.

Cuando Eunice termino de compartir me acerque a ella y tuvimos una pequeña platica, sobre lo que Dios me había hecho pensar mientras ella hablaba, y le conté acerca de cómo Dios me había dicho que me quedará ahí, ella comenzó a llorar, fue un tiempo muy especial. Al finalizar la platica intercambiamos contactos y nos despedimos. Un mes después Eunice me contacto y me pregunto si quería ser parte de Múdate y le dije que si, sentí que eso era lo que Dios quería para mi familia, entonces me quede en esta colonia para ser Sal y Luz a mis vecinos.

Dios ha estado obrando muchas cosas buenas en este lugar, mi esposa, mi hija y yo hemos estado orando por esta colonia alrededor de dos años ya, y Dios ha contestado muchas oraciones a través de mi iglesia, en donde me dieron la oportunidad de abrir un discipulado en una de las zonas más violentas del área, a este grupo están llegando ex pandilleros, prostitutas, secuestradores pero Dios tiene cuidado de nosotros e incluso el ha puesto en el corazón de varias personas ofrendar para dar comida espacial a este grupo, por ejemplo:

Este mes ha sido muy difícil para mí económicamente hablando, sin embargo sentí que Dios me animaba a decirle a los que llegan al grupo que tendríamos una comida especial este mes, entonces ore y le dije “Señor ayúdame con los recursos para poder hacer esta comida especial”, unos días después la hermana que abrió su casa para las reuniones, me escribió que alguien de Estados Unidos escucho lo que estábamos haciendo en Amatitlán y quería enviar dinero y Biblias para que siguiéramos alcanzando a más personas para el Reino. ¿Acaso no es eso asombroso?

Aunque estoy en un tiempo difícil en mis finanzas, Dios ha sido fiel y ha enviado gente que ni siquiera conozco para ofrendar por el trabajo aquí, ¡Dios es maravilloso!. Que Dios les bendiga en todo lo que hacen y gracias por permitirme contarles mi historia.